Memoria del lugar
Los acontecimientos de Iraq son dramلticos y dolorosos, en particular para aquellos que recuerdan un Iraq diferente, sin interrupciَn, desde hace unos 30 aٌos. Lo que pasa allي nos llega diariamente a través de las noticias. Para algunas personas puede que eso sea sَlo eso, una noticia, para mي es fuente de una larga historia y de recuerdos personales.
La Ù’ltima explosiÙŽn en la calle Al-Mutanabbi, el famoso mercado del libro de Bagdad, tiene una especial importancia para mÙŠ. Fue un ataque bÙ„rbaro contra la cultura, los valores humanos y las vidas y propiedades. Los iraquÙŠes aman los libros desde siempre, los alquilan y los conservan. Y a veces los reÙ’nen por el solo placer de sentir su cercanÙŠa y constatar que son sus propietarios. Durante los aÙŒos del boicot, la venta-compra de libros se habÙŠa transformado en un gigantesco comercio. Es triste ver a las personas vender sus preciosos libros, pero es consolador ver a otros del propio paÙŠs esforzarse en adquirirlos, a pesar de las difÙŠciles circunstancias econÙŽmicas de cada dÙŠa.
Recuerdo ahora con enorme intensidad la calle Al-Mutanabbi, asي como la calle adyacente, la llamada Asarيa, donde pasé muchas horas por las tardes, después de las clases, buscando libros y revistas para comprar lo que mis medios me permitيan comprar, comiendo un bocadillo sencillo y un vaso de leche.
Nuestro representante en Bagdad, Walid Abdel Amir Alwan, me ha enviado algunas fotos de las consecuencias del atentado, de los daÙŒos causados en la calle, y son verdaderamente espeluznantes. Pero estoy seguro de que tanto la calle como la compra-venta permanecerÙ„n a pesar de ello, porque el amor por los libros y por la cultura tiene profundas raÙŠces en Iraq.
Me asaltaron estas ideas e imÙ„genes mientras me paseaba por la aldea britÙ„nica de Hay-on-Wye, de la que se puede decir que es un seguro refugio de libros y donde uno puede comprar libros nuevos por precios rebajados o libros usados por precios muy razonables. Siempre me dejo atraer por este lugar, quizÙ„s porque, en mi exilio, he perdido aquel lugar antiguo al que iba cada dÙŠa.
En cuestiones de recuerdos, se puede decir que el artيculo sobre Sevilla publicado en este nْmero, escrito por otro لrabe exiliado, el seٌor Habeeb Salloum, que creciَ en Canadل, también tiene este regusto nostلlgico.
Al final, el concepto de “turismo islلmico†es tema de amplio debate en una conferencia especializada en Teherلn.
Deseo que disfruten de la lectura de la cobertura que hemos realizada de tal conferencia y de los demÙ„s artÙŠculos. Espero sus comentarios y sugerencias en el correo electrÙŽnico post@islamictourism.com
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